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Unas membranzas de momentos pascuales

    Por Alicia Sisso Raz

    En mi corassón están estampados con muncho cariño unos recuerdos endiamantados de la pascua enca de mis padres, ya ḥasrá. Como en cazza de todos, se ampesaba a desḥamezzar la cazza unas semanitas antes de la pascua. ¿A ma esas tamarás tenían ni fin ni cabo? Y adola esa libertad luzzida que significa Pesaḥ, ¿a no se ketbeará pa las muĵeres tamién? Wa adole le mazzal…Días van y días vienen, y el limpiar, fregar, shabonar, y blanquear, no se qadeaban. Ma todo se hazía con gusto, pamorde que Pesaḥ es una pascua especial.

    Pa Pesaḥ se shabonaban todos los calicudes, y se blanqueaba, se hazía una tajzimá en los filos de las paredes y en las macetas de flores. El año pasado, mi hiĵo Barak, el que está en Israel, me disho que él blanqueó las macetas de su balcón, ¡pamorde que quiere aseguir con las ˁadas muestras… Nada de lo muestro se pierde! La cazza se desḥamezzaba cuarto por cuarto. Y cada cuarto desḥamezzeado volvía en una tierra prohibida. Emprimero feron las camarás, discués mos echaron afera del comedor, y mos quedimos con el setuánito y la cozzina. Ma no pa muncho tiempo, al momento que se ampesaban los guizados pa la pascua, ya no se cudía comer en la cozzina, y por fin mos echaban aun del setuánito. Menos mal por el balcóncito; ahí qaileabamos, ahí ĵuguabamos y hazíamos los deberes de escuela, y ahí mizmo comíamos. Por mazzal, Pesaḥ cae en la primavera, y no miremos mal por las primaveras de Israel—calentitas, floridas y perfumadas, por eso era un shoj comer en el balcón. Por fin legaba la noche endiamantada de Kalḥamirá. Todos mozotros, los niños, acompañando a mi padre, y ibamos con él de un rincón a otro pa bushcar el ḥamés. ¿Zaγama, no lo supíamos que no vamos a topar ni una nonada de ḥamés? Ma, es una bushqueda simbolicá, y ansí es la γada. Y haziendo la bushqueda, se deshaban en los rincones bocaditos de pan enforrados en papel, y todos los bocaditos se apañaban por la mañana, se levantaba una candela y se quemaban. Ma woh por lo que pasó un año en la noche de Kalḥamirá. A eso que mis hermanos toparon un perrito. Qadeso lloraron y pidieron a mis padres que le deshen al perrito en cazza. Ma el día entero y el perrito saltando, restirando cozzas, y ĵuguando. Y llega la noche de Kalḥamirá, y los bocaditos enforrados con papel le parecieron ĵuegos. Mi padre poniendo los bocaditos en los rincones, y el perrito dandolós patadas y corriendo detrás de ellos. Wa se alevanto un γolam no sepís de mal. Mozotros, los niños corriendo por aquí pa coĵerle al perrito, y el perrito por ahí, y todo él, un fervete cochete como una ruaḥ seγara. Mozotros, corriendo y arriendo sin parar, y mis padres ĵenneando y chillando. Más mozotros, arriendo, y más mis padres dezgustados y ĵenneados con el perrito y con mozotros. Esa noche se pasó como no sepís de mal: los mayores desḥamezzando de muevo unos cuartos, el perrito ladrando en un enserriĵo, y mis hermanos llorando por el espantiĵo que van a perder el perrito.

    Ya ḥasrá por las ḥaĵitas de pascua que salían de la cozzinita desḥamezzada. ¿Adolo el tiempo agüera pa hazer todo ese γolam de ḥaĵitas que hazía mi madre durante la pascua? Ensaladas de talles y maneras, sopa de avas frescas de Pesaḥ, pescado en colorado, pescado con cardos, pescado con avas frescas, pollo con azeitunas, cordero con trufas, carne con cardos, pastelitos de patatas, calabacines rellenos, alcarchofas y cardos rellenos tamién, y qadeso más. Un plato que me plazía muncho y sigoy haziendole, es una ensalada de patatas adornada a su redondura con rodaĵitas de remolacha y pereshil. Me parece que era la γada de mi padre; de los ĵudiós de Fez. Esta ensalada era parte del aperitivo en el día primero de la pascua. Por la hermozzura de los colores de esta ensalada, me acordoy de lo que mi padre dizía siempre: “emprimero el oĵo tiene de hartarse, y discués la boca”. Wa claro, todo en muestra γada es una hermozzura de colores, platos y de mezza.

    ¡Y vaya por la alegría en la noche del Seder! La cazza como un palacio, de la luz, de las flores, de la hiba de la mezza, y todo de cómo y como. Los mayores tenían estormías encima de sus sillas. Y mi padre siempre dizía, que el Seder tiene el mizmo significado que los simpozios de los sabios griegos de los tiempos de mizmán. Ellos hadreaban de la filosofía, y mozotros meldamos la Ĥagadá y filosofamos sobre el significado de sus temas.

    Todos mozotros cantabamós la Ĥagadá con gusto, ma cada momento los mayores paraban, y se ampesaba una hidera qadeso de larga, lo que qanteaba muncho a todos los niños. Se discutían munchos penserios, y cada año salían más y más vaivenes de penserios sobre la significación de ser libre, la independencia, la inspiración de muestra salida de Egipto que los dio a munchos en el γolam. Y más de los penserios diferentes de los rebbisím sobre la mizma tema, la significación de cada uno de los cuatro hiĵos, la importancia de saber ademandar preguntas, y qadeso más. Mos enĵubilaba meldar las diez makkót de misrayím, ma dezde siempre la makká de bejorót me parecía muy cruel, y me sentía mal cuando se dizía. A no lo dizieron muestros hajamim, ח מְׂשִּת לַא ךְָׂבִּיו ֹא לֹפְׂנ ִּב, zaγama, ‘no te enĵubiles cuando tu enemigo cae’. Y en ḥaketía, lo tenemos endiamantado: Al enemigo que se escapa, ponle puente.

    Y daca y no mos olvidemos de la γada de echar un chorro de vino y de agua en una sopera con cada plaga. Este jalteado se echaba en el cuarto de baño. Munchas vezes me tocaba a mí de echarlo. En ese momento mi madre ampesaba con las abargualás, lo que me γaĵbeaba, pamorde que no lo supía que era mi madre; me aparecía un milagro–la voz de los dembasho…

    Ma, la γada más endiamantada del Seder que me encanta aun hoy es «el Bibilú». «Bibilú» es la verzión marroquí del vierbo hebreo «bibhilút», es dizir: con ḥalḥalás. En esta ceremonia, se pasa sobre la meollera de todos el plato de los bocados cubierto con una meḥermá de colores hermozzos, y se paitnea “…םירצממ ונאצי תוליהבב” (Con ḥalḥalás salimos de Egipto, y por la mano poderozza de Dio). Y lo pronunciamos ‘bibilu’ y no ‘bibhilut’, sin el consonante ultimó, estilo Tetuán…Ma halaquí una maravía, en todo Marruecos, aun en Marrakesh y el sud se pronuncia ansí mizmo, estilo Tetuán, ¡bibilu!

    Durante todo el Seder la puerta de cazza se desha abierta por dos razones: la invitación a cualquier fulano que quiere aĵuntarse al Seder. La otra razón está envuelta en lo maĝicó: facilitar la entrada de Eliyahu Hannabí, por si viene de vizita…

    Feliz pascua

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